Un salto de fe sin fe. Al vacío. O acaso un encauce que algún lejano día comprenderemos. Muchas cosas se dicen sobre el presente y destino de Assassin's Creed, la IP más importante de la desarrolladora Ubisoft y una de las sagas más seguidas del universo gaming. Tomando como premisa que, al igual que muchos otros usuarios alrededor del mundo, creo que esta saga ha perdido gran parte de la relevancia que tuvo alguna vez a todo nivel -hoy solo conserva la técnica y la comercial-, ensayaré aquí algunas razones por las que creo que, si bien sigue siendo de mis favoritas, se ha ido al carajo, y por méritos propios:

Razón número 1: Assassin's Creed 3

Sí, la primera causa de la decadencia de la saga es, para mí, toda una entrega. AC 3 habría destacado como juego independiente, pero, para mala suerte suya, cargó sobre sus hombros una enorme responsabilidad: mantener en gran nivel una saga ensalzada por personajes del calibre de Altaïr, Al-Mualim, Ezio y los Borgia. Ni el pechofrío de Connor, ni el cascarrabias de su mentor, Achilles, ni el, eso sí, bien logrado Haytham Kenway -que felizmente tuvo más oportunidades luego y las aprovechó- pudieron lograr lo que al final se confirmó como imposible. Más allá de que el título en sí ofrece una experiencia jugable enriquecida y técnicamente virtuosa, no pudo con el hecho de que la saga de AC brilla, sobre todo, por sus carismáticos personajes y sólidos argumentos contextuados en pasajes reales de la historia universal. Sorry chicos, pero la valla estaba demasiado alta.

Razón número 2: La muerte de Desmond Miles

Cual camino que conduce a Roma, volvemos a AC 3. No contento con ofrecernos una de las tramas más flojas de la saga, en lo único bueno que desarrolló -la historia de los Assassins modernos-, Assassin's Creed 3 nos mató a Desmond Miles. Sí, el único con el ADN capaz de llegar a antepasados de las Cruzadas o el Renacimiento italiano. Hacer eso fue prácticamente decirnos "lo sentimos, sabemos que aman a Altaïr y a Ezio, pero nunca más los verán por aquí. Good bye". Lo peor del caso es que Miles sería reemplazado, en las siguientes entregas, por tipos sin voz ni rostro con los que deberíamos sentirnos identificados. Porque esa era la idea, ¿no Ubi?

Razón número 3: Entregas como cancha

Algo que se la ha criticado mucho a Ubisoft es que produce demasiados Assassin's Creed, sobreexplotando así la saga y dando la sensación de que aquí solo valen los dólares, dejando de lado la otrora importante aspiración a posteridad que imprimía en sus videojuegos. Y es verdad: en menos de diez años, Ubisoft ha lanzado nueve entregas principales de la saga -y hace poco anunció la décima- y siete spin off. Casi dos títulos por año hacen que no extrañemos para nada los AC, pues prácticamente los tenemos a pedido.

Razón número 4: Assassin's Creed 'Bugs' Unity

AC Unity pintaba muy bien por muchas razones: era el esperado salto a la next gen de videoconsolas, tenía detrás al ensombrecido pero muy bien logrado Assassin's Creed Rogue y, lo más importante, contaba con un hype notorio a nivel gráfico, de contexto histórico -la revolución francesa- y experiencia multijugador. A simple vista, no había forma de que esto falle. Por eso, a veces todavía me pregunto, ¿en qué demonios estaba pensando Ubisoft al entregarnos el videojuego al 60%? Los bugs de AC Unity no eran solo eso: cada uno de ellos fue además un insulto, una bofetada a nuestra confianza, una patada a los huevos de nuestro amor por la franquicia. AC Unity nos hizo replantear nuestra insistencia con una saga prostituida por sus propios creadores, y es por eso que hasta ahora muchos no asimilan el golpe y no han vuelto a ella. Con toda justicia. Los parches nos dejaron un videojuego de casi 100 gigas de peso y que, al jugarlo a plenitud, dejó claro que se trató de una de las mejores entregas de la IP, pero fue muy tarde. El descuido, por decir lo menos, del mero Ubisoft hizo que hasta ahora no todos valoren el gran juego que es Unity, la gran historia de amor entre Arno, Assassin, y Elise, Templaria, y sus cientos de posibilidades en modo online.

Razón número 5: El incremento de los llamados "niños rata" y el poder las redes sociales

Esta no es, por sí misma al menos, una razón para que una saga se venga abajo, pero vaya que contribuye. Empecemos por saber qué es un "niño rata": en pocas palabras, un niño rata es aquel que, más allá de la edad -aunque generalmente fluctúan entre los 10 y 15 años-, recién se ha sumergido en el mundo gamer, y con juegos relativamente comerciales. Sin embargo, se considera un gran conocedor de toda la industria y acucioso crítico de sus productos, sin temor a expresar sus fofas opiniones para así sentirse importante ante gamers poco informados. Los niños rata siempre están esperando la mínima falla de cualquier entrega para hacer viral que el juego les parece basura. Guste o no, los niños rata, en masa, ejercen mucha influencia, sobre todo en quienes recién quieren animarse a iniciar una saga o jugar un videojuego en general y, en consecuencia, en las propias desarrolladoras. 

¿Los niños rata son recientes? No, siempre existieron. Aquel chibolo desconocido que, hace quince años, te veía jugar en ese vicio del centro de Lima y que siempre te paraba corrigiendo, repitiendo mil veces que el jefe donde te quedaste estancado él lo pasó como si nada, era, efectivamente, un niño rata. La gran diferencia es que ahora existen las redes sociales, y aquella molestia que tú sentías por culpa del niño rata en Wilson, un niño rata de similares características puede hacerla sentir a miles de usuarios alrededor del mundo al mismo tiempo y con solo un click. Así, los AC, valorados sobre todo por gamers maduros, amantes de las historias apasionantes, se ven influenciados por opiniones masivas pero sin sustento a las que Ubisoft tiene que escuchar -o leer- para no perder más ventas. Digamos que esta es la parte final del proceso de putrefacción de un juego: respetar las opiniones de un niño rata solo para que te compren el producto.

Podría incluir más razones, como por ejemplo la apestosa película live action que hace no mucho tiempo invadió los cines del mundo -aunque valga decir que para ese momento la saga ya estaba bien ida a la mierda-, o la poca comercialización de los libros -al menos en América Latina-, que mal o bien enriquecen la historia de la saga, pero creo que esas son las cinco razones principales por las que Assassin's Creed ya no es, lamentablemente, lo de antes.

Se trata, en conclusión, de una saga venida a menos por errores puntuales de sus propios creadores, y que ahora es, para colmo de males, gobernada por la millonaria horda de seudo-gamers que solo pide ricos gráficos en 4K, estruendosos sonidos para sus enormes headphones Skullcandy, mapas infinitos con miles de misiones secundarias, y un multiplayer sin lag. Capitalismo online, le dicen algunos. Otros, democracia del consumismo. 

Yo lo llamo, como en tantos otros casos, dictadura de las mayorías.